“Hoy el día me vivió, yo no lo viví”, me comenta una amiga al terminar el día. Con esto yo me pregunto: ¿Cuántos días nos viven?, nos levantamos, trabajamos, vamos y venimos, pasan las horas y cuando menos nos damos cuenta, el día ha terminado.
Es momento de hacer un alto en el camino, y revisar cómo va tu vida, ya que lo que tú no hagas por ti, nadie más lo hará.
- Físicamente (el cuerpo): deporte, cuidar tu salud, nutrición.
- Intelectualmente (la mente): lecturas, estudios, actividades extras que te ayuden a superarte, tiempo libre.
- Psicológicamente (forma de ser): temperamento y carácter, cualidades y defectos.
- Espiritualmente (tu alma y corazón): cultivar nuestra espiritualidad y crecimiento interior.
Para que esta reflexión no sólo quede en buenos propósitos debemos determinar acciones en los diversos campos de nuestra vida que sean concretas, realistas, medibles, graduales y positivas.
Escríbelas con fecha del día de hoy para que en unos meses puedas revisarlas y evaluar si quien decide y mejora tu vida eres tú o las circunstancias.
Debes estar convencido que tu vida tiene un sentido, que lleva una dirección y que de hoy en adelante los días no te vivirán, sino que serás tú quien los viva intensamente.
-Lucía Legorreta de Cervantes
Presidenta Nacional de CEFIM, Centro de Estudios y Formación Integral de la Mujer.
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