El amor es múltiple

El amor es múltiple

P. Lorenzo Gómez, L.C.

El amor es múltiple; con un amor amamos los recuerdos, con otro los animalitos. Se ama al cónyuge con distinto amor que a los hijos, y a los hijos diferente que a los padres. ¿Cuál es el mayor amor? El de Cristo por los suyos, vino a los suyos para salvarlos muriendo en la Cruz.    

Los ‘suyos’ son la Iglesia, su Esposa: Maridos amad a vuestras mujeres como Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, purificándola mediante el baño del agua, en virtud de la palabra, y presentársela resplandeciente a sí mismo; sin que tenga mancha ni arruga ni cosa parecida, sino que sea santa e inmaculada (Ef 5,25) cada una ame a su mujer como a sí mismo; y la mujer, que respete a su marido (Ef 5,33).

 El amor de la madre es el más parecido al amor de Dios, por tanto, el mayor, pero el amor de Cristo es el signo visible del Sacramento del matrimonio y, el hombre dejará a su padre y a su madre, y se unirá a su esposa, y los dos serán una sola carne. Así que, no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre” (Mateo 19, 4–6).    

 La madre da su carne al hijo, no se hace uno con él, con el esposo sí, y de la unón amorosa nace el hijo.

 Papá, mamá: ustedes poseen el amor más grande, ámense. En su amor caben todos los amores, como en el Corazón del divino Esposo cabe su Esposa, la Iglesia, toda la humanidad. También el amor más parecido al amor de Dios, el amor maternal.

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