¿Por qué consagrarse al Sagrado Corazón de Jesús por medio del Inmaculado Corazón de María?
La respuesta a esta pregunta es simple, usando las palabras de San Luis María Grignion de Montfort: “María es el camino más seguro, el más corto y el más perfecto para ir a Jesús”. Consagrarse a Jesús no es tarea fácil, pero María nunca falla en acercarnos a su Hijo.
Consagrarse a María es pedirle con gran humildad un intercambio de corazones, nosotros le ofrecemos nuestro corazón a María y Ella, que no se deja ganar en generosidad, nos ofrece a cambio el suyo. Este intercambio significa que todos los méritos que podamos ganar con nuestras buenas obras son para María, y todos los méritos de María, la siempre llena de gracia, son para nosotros.
¡Qué gran bendición que nuestra Madre quiera regalarnos todos los méritos que Ella, la Inmaculada, la que no tiene ni una sola mancha de pecado, ganó en toda su vida aquí en la tierra! Sin duda, una oferta difícil de rechazar.
En el Tratado de la verdadera devoción, San Luis María Grignion de Montfort describe todas las cualidades del corazón de María, y cómo Ella, la Inmaculada, siempre nos va a llevar a Jesús. Muchas personas suelen sentirse inseguras de querer entregarle tanto a María, por temor a amarla más que a Jesús, pero no hay nada que temer, María jamás será protagonista, siempre su único objetivo es guiarnos al Hijo.
Te invitamos a que entregues tu corazón a María sin temor, para que así Ella pueda llevarlo ante Jesús. Descansa sabiendo que tu recompensa, además de estar más cerca de Dios, es que vas a poder amar y actuar con el corazón de la Virgen María.
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